domingo, 23 de septiembre de 2012

XAVI TOMA EL MANDO DEL ENCUENTRO Y MARCA



El Barcelona vuelve a ganar sufriendo porque el portero Toño del Granada hizo el partido de su vida y porque el Granada logró confundir a un Barça irreconocible durante la primera hora del
partido, pero cuando Xavi volvió a tomar el timón del partido, el Barcelona logró un triunfo tan importante como agobiante. Un triunfo que con la calculadora en mano, es estupenda para los intereses del Barcelona.

El 2-0 ante el Granada le sirve al Barcelona para afianciar su liderato de manera supuestamente incontestable. Los catalanes han ganado 15 puntos de los 15 posibles y se fueron a dormir dejando al Real Madrid a once puntos a la espera de lo que pase esta noche en Vallecas. En este sentido, poco se le puede reprochar al equipo barcelonista contemplando los guarismos fríamente. Por poner un ejemplo, un culé que viva en Nueva York y que se limite a seguir a su equipo por el teletexto, debe de estar convencido de que esta Liga es pan comido. La realidad, sin embargo, es otra muy diferente.

Se le tiene que conceder a los de Vilanova su fe en el triunfo y su trabajo en los instantes finales del partido, pero tanto en Pamplona, como en el Camp Nou ante el Valencia, el Spartak y el Granada, los resultados pudieron ser de otra manera. Los del Barcelona salieron a jugar el partido como si se hubieran pasado la tarde viendo la asamblea de compromisarios que ocupó la actualidad del barcelonismo durante toda la jornada. De hecho, la asamblea acabó justo cuando el partido terminaba el primer tiempo, hecho que provocó que el palco estuviese sin nadie durante la primera parte. El caso es que el Barça estuvo lento y predecible ante un Granada que estaba a un cien por cien. El granada, a base de un despliegue físico descomunal se llevaban todos los balones divididos y taponaban cualquier acción de ataque blaugrana.

El Barça, por la calidad individual, lograba conectar algún disparo, aparecía Toño. El portero del Granada estuvo sencillamente espectacular. En especial en la segunda parte, cuando ya el Barça, con Xavi al mando del timón, puso cerco a la portería visitante. Toño se quedó a un palmo de la gloria, a centímetros de convertirse en el Javi Varas de la pasada temporada en el Camp Nou. Paró lo imparable con acciones de mérito,hasta que a falta de tres minutos para el final, Xavi sacó el genio con un disparo potente y seco desde la frontal que tras dar en el larguero acabó con la resistencia del Granada.

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